martes, 4 de diciembre de 2012

El inquisidor Sebastán de Huerta: Un posible Velázquez redescubierto por Carmen Garrido

Redescubierto en una colección particular alemana, se encuentra en estos momentos en estudio en la Alte Pinakothek de Munich donde lo ha analizado Carmen Garrido. Publicado por August L. Mayer y por José López Rey, como tantas obras atribuidas y descartadas, son ahora revisadas bajo estudios radiográficos y reflectografías infrarrojas como la que publicamos cedidas por la revista Ars Magazine. El lienzo representa a Sebastián García de Huerta (1576-1644), Capellán de la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo desde 1590, Notario Apostólico de la Catedral de Toledo, Secretario del Arzobispado de la misma ciudad, Licenciado en derecho por su universidad en 1615, fue nombrado Secretario del Supremo Tribunal de la Inquisición el 12 de diciembre de 1616 y secretario de Felipe III y Felipe IV en el Real Consejo Supremo de la Santa Inquisición. Carmen Garrido lo estudia en exclusiva en la revista Ars Magazine.
El estudio de la obra supone una nueva aportación y un motivo más para la reflexión y el interrogante de la pintura del sevillano antes de iniciar su primer viaje a Italia, si realmente se tratara de su mano, aspecto que no acertamos a ver del todo. La fecha de 1628 parece que puede ser la probable en virtud a las analogías con el Infante Don Carlos y sobre todo con los retratos de Felipe IV pero la calidad no es la misma. La aparición de una tela reaprovechada con la imagen de la Virgen de la Soledad no deja de ser interesante por el uso de un tela de la época.
Sabemos además por Antonio Ponz que están documentados al menos dos retratos del inquisidor Huerta en la Guardia. Uno en colección particular -probablemente el original y que se vendió en 1929 y que podría vincularse con la presente obra- y una copia del mismo en la Sacristía de la Iglesia de la Guardia hasta su destrucción en la Guerra Civil, pero del que se conservan antiguas fotografías. Esta es la razón por la que se identificó al retratado. Todo un redescubrimiento pues, que viene a poner un punto y seguido en los estudios velazqueños. No oculto que el rostro está algo barrido pero que los fondos de tonalidades verdosas y grisáceas son bien características aunque no de las calidades acostumbradas. Le falta pasta pictórica y es algo duro pero debe tratarse dentro de las pinturas que han de seguir dando que hablar. Buena aportación de Carmen Garrido, a punto de su jubilación como Jefa del Gabinete Técnico del Museo Nacional del Prado.

9 comentarios:

Fernando dijo...

Sin ningún ánimo de emitir un juicio de valor, para el que por supuesto no me considero autorizado, sólo quiero comentar lo extraño para mí del tema subyacente: no conocemos ninguna Dolorosa velazqueña. Lo más parecido podría ser un cuadrito que Gudiol le atribuyó en su monografía -el Magníficat- como obra sevillana. Se puede pensar que Velázquez ya en Madrid utilizase un lienzo usado para un encargo particular, no de la corte para la que trabaja bajo un sueldo y gajes; pero podemos suponer que los encargos religiosos quedarían ya atrás en los años de Pacheco y Sevilla, pues los regios fueron muy pocos. Esta esbozada Dolorosa, en su imprecisa figura radiográfica, no me recuerda a un pintor como Velázquez aunque aún fuese veintiañero.
Mayer sólo habla de una supuesta relación con el retrato perdido de Fonseca, y López Rey dice que sólo lo conoce por la foto de Mayer. ¿Se sabe a ciencia cierta que el retratado es Sebastián de Huerta? ¿La copia perdida estaba documentada con seguridad como retrato del inquisidor? Me gustaría saber si Ponz hablaba con conocimiento de causa. El cuadro tiene aire velazqueño, desde luego.
¿Ha visto Ud. el original? ¿Cree que es de Velázquez como afirma Garrido o sólo atribuido como hicieron Mayer y López Rey?
Un saludo y gracias por las entradas de su blog.
Fernando

Fernando dijo...

Sin ningún ánimo de emitir un juicio de valor, para el que por supuesto no me considero autorizado, sólo quiero comentar lo extraño para mí del tema subyacente: no conocemos ninguna Dolorosa velazqueña. Lo más parecido podría ser un cuadrito que Gudiol le atribuyó en su monografía -el Magníficat- como obra sevillana. Se puede pensar que Velázquez ya en Madrid utilizase un lienzo usado para un encargo particular, no de la corte para la que trabaja bajo un sueldo y gajes; pero podemos suponer que los encargos religiosos quedarían ya atrás en los años de Pacheco y Sevilla, pues los regios fueron muy pocos. Esta esbozada Dolorosa, en su imprecisa figura radiográfica, no me recuerda a un pintor como Velázquez aunque aún fuese veintiañero.
Mayer sólo habla de una supuesta relación con el retrato perdido de Fonseca, y López Rey dice que sólo lo conoce por la foto de Mayer. ¿Se sabe a ciencia cierta que el retratado es Sebastián de Huerta? ¿La copia perdida estaba documentada con seguridad como retrato del inquisidor? Me gustaría saber si Ponz hablaba con conocimiento de causa. El cuadro tiene aire velazqueño, desde luego.
¿Ha visto Ud. el original? ¿Cree que es de Velázquez como afirma Garrido o sólo atribuido como hicieron Mayer y López Rey?
Un saludo y gracias por las entradas de su blog.
Fernando

Benito Navarrete dijo...

Muchas gracias Fernando. La verdad es que dudo de la atribución. La obra es bastante dura y no la he visto directamente. Por las fotografías de Ars Magazine no lo tengo muy claro. En cuanto a la obra que cita que da a conocer Gudiol: La Virgen del Magnificat. No es de Velázquez sino de Zurbarán y así se ha publicado en su catálogo razonado. Fue curioso como se quiso hacer pasar esta obra para sacarla al extranjero. Pero esto es otra historia. Estoy deseando ver la pintura y entonces podré emitir un juicio mucho más fundamentado. Un saludo y gracias por participar en el blog. Benito

Boro dijo...

La obra tienen un aire velazqueño sin duda. Si asumimos como cierto que el retratado es Sebastián de Huerta y que fue pintada sobre 1628 (en base a coincidencias de edad y de que el retrato perdido de La Guardia fue el donado por el personaje)¿que pintor de ese momento podría haberlo pintado? Hamen, Maino, Zurbarán¿?...
En otoño del año que viene el Prado presentará una exposición de retratos de Velázquez, tal vez entonces se podrá ver esta obra ya restaurada y los especialistas puedan dar una opinión más fundamentada.
Abusando de su amabilidad le ruego que cuente algún día la historia de cómo se intentó sacar de España ese magníficat de la virgen de Zurbarán, resulta sumamente interesante las triquiñuelas que se usan para escaquear obras de arte de la vigilancia de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación. En una conferencia oí a Díaz Padrón comentar el caso de un Van Dyck que se presentó sucio, sin marco y por supuesto como anónimo, cuando él lo había visto años antes en mejores condiciones y lo había atribuido al flamenco.
Ya me he alargado mucho, felices fiestas y como siempre gracias por sus siempre interesantes entradas.

Manuel de Castro Nunes dijo...

El comentario de Fernando es muy pertinente.
Pero, sus cuestiones dieben ser entendidas en asociación con el hecho insolito de la intervención de un tecnico de Prado, legitimado por ese estatuto, en un acto comercial que se encierre en una transacción mano a mano. Cuando compró el ''Barbero del Papa'', Prado declaró que el acto constoya un repto para que todas las obra de Velazquez ingresasen en colecciones publicas, museos.
No se entiende.

Manuel de Castro Nunes dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manuel de Castro Nunes dijo...

Esto fué una estafa! El retrato tenía el rosto rasurado. Y Carmen Garrido lo sabia. Es obvio en el RX.

Manuel de Castro Nunes dijo...

Ars Magazine remobió al RX e a la reflectografia de infra rojos del artículo de Carmen Garrido, mientras la publicación de esto.

http://elmanosmuseum.blogs.sapo.pt/9635.html

Manuel de Castro Nunes dijo...

http://elmanosmuseum.blogs.sapo.pt/sobre-o-retrato-de-don-sebastian-de-la-17816