domingo, 20 de noviembre de 2011

Clausuras de Sevilla como garantía de conservación del Patrimonio


No valoramos lo suficiente la función que desarrollan las monjas de clausura en la tutela y conservación del patrimonio. Gracias a su entrega en la vida contemplativa el patrimonio que custodian en el mayor número de las ocasiones se conserva y lega a las generaciones futuras. Las administraciones han de fijar su retina con mucho más empeño en ayudar a estas comunidades. No hay mayor desastre para el patrimonio que el uso y función que cumplían los cenobios desaparezca. Esto trae consigo la destrucción, la desmembración de los conjuntos patrimoniales y la desaparición de la memoria y tradiciones que allí se celebran año tras año. La crisis actual de las vocaciones es el mayor enemigo para la vida activa de nuestros conventos. Siglos tras siglos se han mantenido gracias a la vida entregada y sacrificada de sus moradores. Aparte de ser ejemplos de virtud, son la mejor garantía para la protección de los bienes culturales que conservan y que acompañan sus sigilosas vidas. Sería maravilloso comenzar a poner en pie el proyecto de restaurar algunos de los bienes culturales en peligro de degradación y exponerlos en el convento de Santa Clara. De esta manera nuestro patrimonio hispalense sería conocido por los ciudadanos, haciendo mucho más cercana la interpretación del patrimonio y colaborando así en su difusión y estudio.